Lasaña de espinacas y heura

¿A quién no le gusta la lasaña? Es uno de mis platos de pasta favoritos. Aunque es un poco elaborado, merece la pena porque sale mucha cantidad y así la puedes comer varios días.

Ingredientes:

  • Un paquete de placas de lasaña de las que no necesitan precocción.
  • 1 kilo de espinacas, pueden ser congeladas o frescas, yo lo he hecho con ambas.
  • 2 cebollas.
  • 250 gr de Heura, del tipo que te guste.

Para la bechamel (muuucha bechamel):

  • 1000 ml de leche de avena.
  • 3 cucharadas de harina.
  • Aceite de oliva o margarina.
  • Levadura nutricional.
  • Nuez moscada.

Opcional: queso en lonchas sabor mozzarella de violife.
Tomate frito/concentrado de tomate/triturado, etc.

Elaboración:

Cortar la cebolla en juliana y pochar con una cucharada de aceite. Mientras, ir preparando las espinacas según las instrucciones. Alguna vez las he comprado en bolsa y las he hecho en el microondas; congeladas se cuecen primero. La cantidad de espinacas también puede variar, al principio hacía menos y se queda la lasaña más fina, pero es una receta que las sobras están muy buenas entonces conviene hacer mucha para que sobre, así que con dos o tres paquetes de las congeladas (400 gr cada uno, por ejemplo), sale bastante. Una vez hechas yo las pongo en un colador para que suelten agua y seguimos con lo que teníamos en la sartén.

Cuando la cebolla esté transparente, retirar de la sartén y saltear la heura, que se quede crujiente. Cuando esté, mezclar en la sartén la heura, la cebolla y las espinacas cocinadas, salpimentar al gusto y reservar.

Mientras esto se cocina, podemos preparar la bechamel. En un cazo o cazuela, calentar tres cucharadas de aceite o margarina, con esta última se queda más cremosa, claro. Cuando esté caliente, añadir las tres cucharadas de harina y tostar durante dos minutos. Echar la leche de avena poco a poco e ir removiendo con unas varillas para que no queden grumos, pero si quedan luego podemos deshacerlos con la batidora. Conforme vayamos añadiendo la leche, se irá quedando más cremosa, hay que hacerlo sin prisa y no añadir más leche hasta que la anterior esté integrada y vaya engordando. Si la queremos más densa hay que tenerla más al fuego para que espese. Con esta cantidad de leche de avena sale bastante bechamel, de manera que rebosa, si preferís menos se puede hacer con 600 ml.

Salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada y una cucharada de levadura nutricional, probamos y si nos gusta, la unimos casi toda, menos 3 o 4 cucharadas, con la mezcla de espinacas, cebolla y heura. Nos reservados un poco de bechamel para añadírselo a la lasaña a la última capa. A la vez, podemos ir precalentando el horno a 180º.

Montamos la lasaña. Para ello en la fuente me gusta poner unas dos cucharadas de tomate frito, concentrado de tomate o tomate triturado, lo que tenga, pero si no tienes puedes echar un poco de bechamel de base. Ponemos las primeras capas de lasaña y el relleno y así hasta donde nos dé. En algunas capas me gusta poner unas lonchas de queso de violife, si no tengo suficiente solo pongo en la última capa, pero desde luego no es necesario. En la capa final echar la bechamel que teníamos reservada y meter en el horno 30 minutos a 180º o lo que nos recomiende el fabricante de las placas de lasaña. En el último toque gratinar para que se tueste y ya está. Recomiendo hacerla con tiempo para que se asienten los ingredientes o al cortarla se desparraman, de un día para otro está aún mejor.

Julia R.
Julia R.Colaboradora
Agapimu.
2021-11-20T17:33:49+01:00noviembre 20th, 2021|0 Comments
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